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La Navidad es una de las épocas más importantes del año. Todos esperan la llegada de Santa Claus junto con los regalos o el estar con esa familia que solo ven durante esta época tan especial. En varias partes de Latinoamérica, se conoce como la historia en la que el Niño Jesús llega durante la noche y deja regalos, se celebra la noche del nacimiento del hijo de Dios y trae regalos a todos los niños.
Las tradiciones cambian de lugar a lugar, hay quienes celebran janucá, kwanza, pascuas, las tradicionales navidades, en otros lados solo noche buena. Es cierto, todo depende del lugar en el que se encuentre y la religión.
Son infinitas las tradiciones que existen para celebrar esta festividad cada 25 de Diciembre. Sin embargo, la verdadera historia de la Navidad habla de algo diferente. De hecho, se conoce que el origen de la Navidad es algo totalmente pagano, pues la Iglesia no suele celebrar el nacimiento sino prefieren celebrar la muerte. Es una celebración pagana por eso no se le da particular atención en países católicos ortodoxos. Las celebraciones de nacimientos son asociadas más con los romanos y egipcios que con la cristiandad.
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Algunos creen que la historia de la Navidad proviene del Concilio de Nicea en el año 325, otros creen que fue Constantino quien estableció el inicio de esta festividad y algunos aseguran que la verdadera historia de la Navidad trae consigo secretos sobre la fecha real del nacimiento del hijo de Dios. A pesar de todo esto, la realidad es que la historia de la Navidad cristiana proviene de la búsqueda por contrarrestar una celebración romana.
La tradicional celebración del nacimiento del niño jesús qué se celebra en la mayoría de los países latinos, realmente es de origen pagano y la navidad para el cristianismo, es totalmente diferente.
Muchos aseguran que la historia de la Navidad cristiana es la verdadera, la idea de que la Navidad comenzó a celebrarse con el nacimiento del niño Dios en la víspera del 25 de diciembre en un pesebre junto a María, José, Melchor, Gaspar y Baltazar, rodeados de animales. Esta historia viene siendo la historia de la Navidad para los niños, ya que se le cuenta a los pequeños, pues no involucra tanta complicación para ellos. Sin embargo, la realidad es otra. La verdadera historia de la Navidad es totalmente distinta.
En realidad, la Navidad tal como la conocemos comenzó a celebrarse casi dos siglos después del nacimiento de Jesucristo. Previo a esto, las Navidades eran celebradas por los romanos, alabando a Saturno, el rey Sol. A estas festividades se les denominaban Saturnalia: un festival dedicado al solsticio de invierno y a la deidad del dios Saturno.
A lo largo de la Saturnalia, los romanos celebraban a lo grande con enormes alborotos, mucha bebida y comida. Este hecho hacía que los cristianos desaprobaran rotundamente esta festividad. Por este motivo, buscaron una manera para contrarrestar esta celebración inmoral con una de mayor sensatez. Se tomó el nacimiento del hijo de Dios como la sustitución perfecta.
Una vez que el cristianismo se impuso en todo el Imperio Romano, la Navidad fue declarada una fiesta cívica por el rey Justiniano. Sin embargo, con el comienzo de la Edad Media estas festividades pasaron a ser días de bebidas y juergas.
Existe un hecho que expone claramente que la verdadera historia de la Navidad es pagana, la Iglesia cristiana no solía celebrar el nacimiento de alguien, más bien celebraban la muerte pues lo veían como el encuentro con Dios.
Cabe destacar el hecho de que Santa Claus, papa Noel o san Nicolás, ese personaje que conocemos del traje rojo, no es un personaje eclesiástico ni mucho menos religioso, es un invento de una importante marca de bebidas gaseosas.
Si existió un San Nicolás, un personaje que repartía regalos. Conocido como Nicolás de Patara o Nicolás de Bari, era de origen turco. Este fue un señor que heredo una gran fortuna ya a una avanzada edad, así que decidió en determinada fecha del año dar regalos a los niños y a las personas necesitadas. Esto le causo mucho agrado a la población, quienes decidieron seguir con la tradición de regalar a los niños. La iglesia, conmovida por tan benevolente acto, decidió canonizar a este hombre años después de su muerte.
Esta tradición y la celebración de tan conocido personaje en esa parte del mundo, conmovió a más de uno, incluyendo al dueño de tan prestigiosa compañía, al punto de tomar el personaje, hacerlo un poco más comercial y usarlo como parte de la publicidad de su bebida. Parte de esa comercialización fue el darle un nombre anglosajón y un traje rojo. Lo demás es historia.
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